La adopción de estrategias de gestión de la energía permite a las empresas recuperar el control sobre su gasto en energía, convertir el costes en oportunidades, reducir el riesgo, y tomar decisiones inteligentes.

 

La gestión inteligente de la energía ya ha ayudado a clientes comerciales, institucionales e industriales  a recuperar miles de euros a sus bolsillos a través de cuatro estrategias clave de gestión de la energía:

  • la reducción en tiempo real la demanda de energía,
  • el aumento de la eficiencia energética,
  • la mejora de la transparencia de suministro de energía, y
  • la mitigación de emisiones de gas de efecto invernadero. 

Algunos ejemplos son:

  • Repartidor de coste para comunidades de propietarios
  • Gestión telemática de abastecimiento de agua en municipios
  • Integración de monitorización de consumo/producción energético en procesos productivos según ISO 5001.